«Con el tiempo entendí que podía ir más allá de un cargo, descubrí que lo esencial era servir». Clara Londoño se despide de su vida laboral en los colegios Regnum Christi

Tras 25 años de dedicación, Clara Londoño se despide de su vida laboral en los colegios Regnum Christi del territorio. Psicóloga de profesión, su historia está entretejida con la de miles de estudiantes, familias y compañeros que encontraron en ella una guía cercana, una escucha atenta y un ejemplo de fe vivida con sencillez.

Casada desde hace 25 años, madre de dos hijos, Daniel, arquitecto, y Simón, estudiante de música con énfasis en ingeniería de sonido, Clara siempre tuvo claro que su familia crecería de la mano del Regnum Christi. Su esposo, Alejandro, ingeniero electricista, la acompañó en este camino donde lo laboral se entrelazó con lo espiritual y lo personal.

El inicio de un camino

En el año 2000 llegó al Colegio Cumbres de Medellín como psicóloga del preescolar y del colegio femenino. Antes de su primer día ya sentía que estaba en el lugar correcto. «Desde la entrevista, cuatro meses antes de iniciar, supe que este era el lugar en el que quería estar», recuerda. Lo que comenzó como un reto profesional se convirtió con el tiempo en una verdadera vocación de vida.

Su paso por el colegio le permitió asumir responsabilidades en el área de psicología y psicopedagogía, además de liderar procesos de formación humana y espiritual. Todo esto siempre de la mano de quienes confiaron en ella desde el principio. «Conté con personas maravillosas que creyeron en mí, tanto a nivel personal como profesional», dice con gratitud.

Crecer y acompañar

Con los años, su labor se expandió más allá del Cumbres Medellín. En 2019 se vinculó a la Oficina de Colegios RC para el territorio, donde acompañó la formación integral de los equipos y consolidó la identidad de los colegios como espacios donde la educación y la fe caminan juntas. Su trabajo la llevó a colaborar con diferentes áreas: administración, comunicaciones y ambientes seguros.

Pero lo más importante fue descubrir que su misión iba más allá de cargos o procesos. «Con el tiempo entendí que podía ir más allá de un cargo; cuando vi crecer a los equipos, cuando tuve que defender la misión con convicción, descubrí que lo esencial era servir», comparte.

Una huella que permanece

Quienes trabajaron a su lado reconocen en ella a una formadora exigente, pero siempre cercana. Ella misma resume su legado en pocas palabras: «La formación, el acompañamiento, la escucha, la perseverancia, la responsabilidad, pero ante todo un amor por la misión que tenemos como colegios RC».

En cada estudiante, familia y colaborador quedó impresa su manera de acompañar: cercana, firme y con profundo amor por la misión. «La formación, la escucha, la perseverancia, la responsabilidad, pero ante todo un amor por los colegios del Regnum Christi», así resume ella la huella que quiso dejar.

Uno de los recuerdos más especiales de su trayectoria fue en el año 2000, cuando viajó a Roma para formarse en medio del año jubilar. «Iniciar mi vida laboral y familiar en un momento tan significativo marcó un hito en mi vida y en el camino que recorrería en estos 25 años».

Clara en compañía de sus compañeros de la Oficina Regional de Servicios.

El cierre de una etapa

Concluye este capítulo con gratitud y esperanza. «Cierro una etapa más de la vida, pero me abro a una nueva con ilusión y esperanza de poder disfrutar de otra manera lo construido», afirma. Aunque su vinculación laboral terminó, tiene la certeza de que seguirá cercana al Regnum Christi, esa gran familia que siente propia en muchos rincones del mundo.

A quienes comienzan su camino profesional les deja un mensaje: «Crean en sí mismos, sean sólidos en sus convicciones y fe, no tengan miedo de perseverar. Compartan sus conocimientos, construyan con los demás. De los errores también se aprende, siempre que se dejen guiar y acompañar».

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