Dos jóvenes hacen sus primeros votos como religiosos Legionarios de Cristo en Colombia
El pasado 10 de agosto, dos novicios colombianos hicieron sus primeros votos como religiosos Legionarios de Cristo en el Centro vocacional de Rionegro. La ceremonia reunió a legionarios del territorio, familiares, amigos y miembros del Regnum Christi en una jornada que marcó el inicio de una nueva etapa en sus vidas.
Palabras que iluminan el camino
Durante la misa, las palabras del P. Juan Carlos Quintero, LC, director territorial de los Legionarios de Cristo, ayudaron a enmarcar el sentido de este momento: «Su primera profesión religiosa es una respuesta definitiva y radiante al llamado de Dios, una entrega total que refleja el amor de Cristo y la fidelidad a la misión que Él nos confió». Con voz firme recordó también que seguir a Cristo «requiere coraje, fe, oración y perseverancia, pero, sobre todo, abrir nuestro corazón en total confianza a la gracia divina».

«Su primera profesión religiosa es una respuesta definitiva y radiante al llamado de Dios, una entrega total que refleja el amor de Cristo y la fidelidad a la misión que Él nos confió» P. Juan Carlos Quintero L.C, director territorial de los Legionarios de Cristo
La emoción de un «sí» definitivo
El ambiente de la iglesia se llenó de un silencio profundo cuando los novicios pronunciaron sus votos. Uno de ellos, el H. Juan José Sepúlveda, LC, compartió posteriormente lo que significaba para él ese momento: «Decir sí a Cristo es entregarse totalmente a Él en corazón y alma, amarlo con todo el corazón. Que Él sea el único amor y así enamorarme cada día más de Él».
Su compañero, el H. Juan Pablo Pedraza, LC, expresó con serenidad lo que había descubierto en su camino: «Es dejar todas mis pequeñeces, miserias y tesoros para abrazar el tesoro más grande que es Cristo mismo. Esa es mi única posesión y es la única posesión de cada Legionario de Cristo».
El «sí» de estos dos jóvenes se convierte en un signo luminoso para la comunidad: un recordatorio de que la fe sigue inspirando a nuevas generaciones a responder con valentía al llamado de Dios.