El seminario Sponsus a través de la experiencia de matrimonios servidores
Del 23 al 25 de mayo, se llevó a cabo en Medellín una nueva edición del seminario Sponsus I, donde veintitrés parejas vivieron un itinerario de profundización en su vocación conyugal. Uno de los elementos que marcan este seminario es la participación activa de matrimonios servidores. En esta ocasión, hablamos con algunos de ellos para conocer su experiencia.
Servir en pareja: una escuela de amor

Kamila Betancourt y Mateo Álzate, matrimonio servidor de Manizales, Colombia
Kamila Betancourt y Mateo Álzate de Manizales contaron, cómo esta experiencia los desafió y enriqueció: «La mayor parte del equipo de servidores era nuevo, y eso supuso un reto para todos. Cada matrimonio afrontó sus responsabilidades con mucho amor, y eso facilitó que el seminario saliera adelante». Además, resaltaron el valor de vivir este servicio en pareja: «Es una oportunidad que todos los matrimonios deberían tener. Organizarlo es ser testigos de cómo otros descubren el misterio sacramental del matrimonio. Es ser canal del Espíritu Santo para que este mensaje fortalezca la base de la sociedad»

Patricio Arroyo y Adriana viajaron desde Quito a Medellín para servir en Sponsus I
Patricio Arroyo y Adriana Reyes, quienes por segunda vez vinieron a servir desde Quito, compartieron: «Vivir el seminario es una caricia dulce de Dios; servirlo es un abrazo íntimo de su amor. Ambos impulsan el amor conyugal». A través de este servicio, redescubrieron que «Jesús está en nosotros, y debemos amarlo, hablarle y sentirlo en el día a día. Eso solo se logra por medio de los sacramentos y la oración conyugal».
Vivir la misión sin dejar de ser familia

Susana Gómez y Fabian Zuluaga matrimonio servidor de Medellín
Susana Gómez y Fabian Zuluaga de Medellín, padres de cinco hijos y parte del equipo organizador, nos compartieron con honestidad el desafío de integrar la vida familiar con la preparación del seminario: «La vida es intensamente demandante: colegio, entrenamientos, comidas, oración. Sacar el tiempo para reuniones y preparar las enseñanzas como pareja fue un verdadero acto de amor. Pero también una oportunidad para orar juntos, iluminar nuestra vida desde el Evangelio y dejarnos sorprender por Dios»
Lo más impactante para ellos fue ver cómo matrimonios con 10, 25 o 35 años de casados redescubrían lo que significa ser “una sola carne”: «Muchos confesaban que no sabían lo que era ese ‘nosotros’ del matrimonio. Ver cómo sus ojos se abrían, cómo se despertaba en ellos ese deseo de más, fue impresionante. Es hermoso acompañar a otros en ese despertar».
Susana concluye con una certeza: «Nuestro matrimonio es nuestra vocación, pero también nuestra misión. Queremos ser un faro de esperanza para otros. Sabemos que llevamos un gran tesoro en vasijas de barro, y por eso le apostamos a cuidarlo, a profundizarlo y a irradiarlo»
El matrimonio como don para el mundo
El P. Juan Carlos Durán, capellán del seminario, compartió que la clave está en la oración: «La preparación del seminario pide orar, acompañar en la oración y dejarse acompañar. Quien ora y se deja tocar por Dios no se sorprende de las muchas formas de amor que Él tiene para mostrarse»
Y añade con sencillez y profundidad: «Dios es realmente un esposo amoroso que cuida de lo suyo».
Sponsus no termina cuando concluye el fin de semana. Al contrario, abre un camino de comunidad, formación continua y vida sacramental. Los matrimonios que lo viven, como servidores o participantes, no solo redescubren la riqueza de su sacramento, sino que también se convierten en testigos de que el amor fiel, fecundo y alegre es posible y necesario para el mundo de hoy.
Los próximos seminarios Sponsus en Colombia se llevarán a cabo en el mes de noviembre en las ciudades de Medellín y Bogotá, una nueva oportunidad para que más matrimonios descubran este gran regalo del matrimonio.