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«La formación de líderes y de las virtudes no es una tarea para cumplir en el aula». Seminario de formación integral de la red de colegios RC del territorio.
Del 19 al 21 de noviembre, en Medellín, Colombia, 34 líderes educativos de la Red de Colegios del RC provenientes de Colombia, Venezuela y Ecuador se encontraron para pensar, vivir y proyectar la formación integral desde su misión educativa. El seminario de formación integral fue significativo por la diversidad de roles, la profundidad espiritual y la apuesta concreta por el liderazgo cristiano de servicio.
El contexto que los reunió
El seminario de formación integral nació como una respuesta a una inquietud compartida por los colegios RC del territorio: volver al sentido profundo de lo que significa formar personas de manera integral. La Oficina de Colegios convocó y preparó este espacio con la intención de alinear criterios, fortalecer la comprensión de sus dimensiones y generar experiencias que no se quedaran solo en lo conceptual.
Grupo de participantes del seminario.
Durante tres días, directores de etapa escolar, de formación y pedagógicos, psicólogos, psicopedagogos, capellanes y coordinadores académicos y algunos miembros de la junta de los colegios, se dieron cita para pensar la educación desde la misión común y desde los desafíos actuales que viven las comunidades educativas. Juan Camilo Chaverra, coordinador académico del Centro Vocacional Rionegro, resumió su experiencia diciendo: «entendí que la formación de líderes y de las virtudes no es una tarea para cumplir en el aula, sino un ideal que debe entusiasmar a los estudiantes para que ellos mismos deseen ese liderazgo cristiano».
Para Carolina Landázuri, directora de etapa escolar del Highlands School Quito, el encuentro fue más que académico: «tener claro el norte de nuestros colegios, vivir el apostolado y conocer a personas de otras realidades es algo que me llevo en el corazón para compartirlo con nuestros niños y colaboradores».
El reconocimiento mutuo fue clave para quienes venían de contextos sociales distintos. Luz Elena Pino, coordinadora de pastoral de Mano Amiga Bello, lo expresó con sencillez: «descubrir que las realidades se parecen y poder compartir por primera vez como colegios hermanos ha sido algo muy bonito y muy enriquecedor».
Lo que se vivió: formación, encuentro y experiencia
Las jornadas combinaron espacios formativos, espirituales y pastorales. Se profundizó en el concepto de formación integral desde la misión de los colegios RC, abordando temas como el acompañamiento a estudiantes, el uso de metodologías CAR (cooperativas, activas y reglexivas) y el liderazgo cristiano de servicio. Tres ponentes externos aportaron miradas complementarias: liderazgo, carácter y virtudes, e inteligencia artificial aplicada al ámbito educativo.
Cada día comenzó con momentos de meditación y tuvo su punto más sensible en los espacios espirituales. Una hora eucarística, marcada por la entrega de cartas escritas por familiares y compañeros de trabajo, lleno de sorpresa y cariño cada corazón que participó.
En medio del seminario, la formación salió del aula. Los participantes visitaron un centro de bienestar del adulto mayor en Bello, como parte de la experiencia aprendiendo a ser apóstoles.
La experiencia aprendiendo a ser apóstoles fue un gesto concreto de presencia y escucha. No fue una actividad adicional, sino una vivencia clave para comprender cómo se forma desde el testimonio.
Eliana Gutiérrez, Head Teacher de pastoral del Colegio Cumbres Medellín, resumió ese espíritu cuando afirmó que «estamos movidos por un impulso que nos lleva a la apertura y a la conciencia de lo que debemos lograr cada vez más, mirando al futuro y creciendo desde un liderazgo cristiano que realmente incide en la sociedad».
Voces que se entrelazan
El seminario también fue un espacio para reconocerse entre colegios hermanos. En las socializaciones, los participantes compartieron experiencias significativas como convivencias de padres e hijos, portafolios de experiencias, programas de tutorías y proyectos de liderazgo apostólico. Escuchar lo que otros ya están viviendo permitió confirmar que los retos son comunes y que el camino puede recorrerse juntos.
Desde Caracas, Jorge González, director pedagógico del Instituto Andes, destacó que «este seminario ha sido una riqueza que permite afianzar la responsabilidad que tenemos de seguir apostando por la formación integral y acompañar a cada grupo que hace parte del colegio en su proceso».
Varios asistentes coincidieron en que la entrega sorpresa de las cartas de familiares y compañeros de trabajo fue un momento que tocó fibras profundas y dio sentido a todo lo aprendido.
Lo que queda
El Seminario dejó acuerdos, ideas y herramientas, pero sobre todo una convicción compartida: la formación integral se construye en comunidad, se vive en coherencia y se transmite desde la experiencia. Los participantes regresaron a sus colegios con el reto de replicar lo vivido, adaptar las propuestas y seguir apostando por una educación que forme personas completas.
