TOB Experience: 35 jóvenes se adentraron en la belleza del amor humano según el plan de Dios. «Dios me mostró que soy digna de redención»
Del 30 de mayo al 2 de junio de 2025, se celebró en Medellín, Colombia el V Encuentro nacional de teología del cuerpo (TOB Experience), un retiro de profundidad espiritual y formación integral, organizado por el apostolado el cielo en mi cuerpo del Regnum Christi Colombia.
Participaron 35 jóvenes entre los 18 y 40 años, provenientes de distintas regiones del país y realidades de vida. Todos llegaron con el corazón abierto a una propuesta exigente pero profundamente luminosa: acoger el legado de San Juan Pablo II sobre el cuerpo, la sexualidad y el amor como camino de entrega y comunión.

16 jóvenes de diferentes localidades del Regnum Christi en Colombia organizaron el retiro.
Un camino hacia la verdad del corazón humano
Durante cuatro días, los participantes vivieron momentos de silencio, estudio, oración y convivencia, guiados por dos consagradas, el P. Víctor Ramirez LC, director del apostolado y sacerdotes legionarios encargados del acompañamiento espiritual. En cada espacio se abordaron, con hondura y sensibilidad, las preguntas esenciales del ser humano: ¿Quién soy? y ¿a qué estoy llamado?
«Siempre me ha gustado la formación académica, pero el TOB Experience fue mucho más: logró unir el conocimiento con la experiencia real», comentó una de las asistentes.
La propuesta de este retiro permitió a muchos reconectar con sus deseos más profundos y ver su historia personal a la luz de la gracia. Cada momento estuvo diseñado para contemplar el amor de Dios revelado en la masculinidad, la feminidad y la vocación al don del sí.
«Aprendí a abrazar mi debilidad. Comprendí las rupturas provocadas por el pecado, pero también que, con la gracia, es posible restaurar mi historia. Dios me mostró que soy digna de redención», compartió una participante con profunda emoción.
Una experiencia que deja huella
Uno de los aspectos más valorados por los asistentes fue la armonía entre lo intelectual y lo vivencial. No se trató solo de aprender, sino de permitir que la verdad tocara el corazón. «La forma en que se combinaron la teología, la antropología y la vida cotidiana fue muy acertada. Pocas veces uno puede profundizar tanto en temas tan importantes con un lenguaje tan claro y humano», dijo otro joven participante.