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«El Street Faith fue para mí una confirmación de que Jesús sigue saliendo al encuentro de cada corazón»
El sábado 13 de septiembre, alrededor de 20 jóvenes laicos del Regnum Christi, junto a cuatro sacerdotes, realizaron el Street Faith en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Marinilla, Colombia. En medio de la novena de la Virgen de los Dolores, invitaron a los transeúntes a detenerse un momento para orar, dejar una intención y encontrarse con Jesús en la Eucaristía.
Una cita con Dios en medio de la calle
Con una cruz de madera, velas encendidas y cantos, los jóvenes transformaron la plaza de Marinilla en un lugar de encuentro con Dios. El Street Faith, una iniciativa del Regnum Christi, nació del deseo de acercar la fe a quienes quizás no habrían entrado por sí solos al templo.
Los jóvenes salieron a las calles con la cruz, invitando a los transeúntes a escribir sus intenciones y clavarlas en ella. Esas intenciones fueron llevadas al noviciado para que los hermanos novicios oren por ellas.
Saira Mejía, una de las organizadoras, recuerda cómo todo se fue dando con naturalidad: «Queríamos ofrecerle a la gente un respiro, un momento de oración en medio de su rutina. Bastaba una palabra de ánimo o un silencio compartido para que muchos se abrieran al amor de Jesús».
Fe que se comparte y transforma
Dentro del templo, el Santísimo Sacramento esperaba en exposición. A quienes aceptaban entrar, se les entregaba una vela encendida como símbolo de su oración. Saira cuenta que ese momento fue especialmente significativo: «Me acerqué a cada persona o familia para entregarles una velita, guiarlos al Santísimo y orar juntos por aquella intención que habían dejado en manos de Dios. Fue muy conmovedor ver cómo, con gestos tan sencillos, las personas se abrían, compartían sus historias, sus preocupaciones y su esperanza».
«El Street Faith fue para mí una confirmación de que Jesús sigue saliendo al encuentro de cada corazón, y que cuando uno se ofrece con sencillez, él se encarga de hacer el resto», añadió Saira.
«En el Street Faith entendí que la fe nos une para llevar el amor de Jesús a otros», resumió Emiliano al final del encuentro.
El eco de una noche luminosa
No había discursos largos ni explicaciones: solo la invitación a detenerse, mirar a Jesús y confiar. Saira recuerda un momento en particular, al final de la jornada: «En medio del cansancio, me arrodillé frente al Santísimo para agradecer. Sentí una paz tan grande que no pude contener las lágrimas. Fue como si Él mismo me dijera que valía la pena cada esfuerzo». Para ella, esta experiencia fue una confirmación de que Jesús sigue saliendo al encuentro de cada corazón: «Cuando uno se ofrece con sencillez, Él se encarga de hacer el resto».
