«Fidelidad a Cristo es igual a felicidad del corazón». Tres nuevos diáconos venezolanos fueron ordenados en Mérida

El pasado 20 de septiembre, la Catedral Metropolitana de Mérida, Venezuela, fue el escenario de un momento profundamente espiritual: la ordenación diaconal de los tres nuevos diáconos de este país: Robert Newman, LC, José David Romero, LC y Enmanuel Toro, LC. Familiares, Legionarios de Cristo, amigos y miembros del Regnum Christi en Venezuela se reunieron para acompañar este paso decisivo en su camino al sacerdocio,

Aún antes de iniciar la ceremonia, el ambiente ya hablaba por sí mismo. Los bancos de la Catedral comenzaron a llenarse desde temprano: rostros emocionados y sonrisas que decían más que las palabras. Era un día esperado no solo por los tres nuevos diáconos, sino por todos los que han acompañado su camino vocacional de forma presencial y a la distancia. Muchos habían viajado horas para estar allí. Más de treinta personas de la localidad del Regnum Christi Barquisimeto llegaron hasta Mérida para acompañar este paso decisivo.

Puedes ver el álbum con las fotos de la ordenación haciendo clic aquí.

Fe, historia y preparación

La ceremonia, presidida por Monseñor Helizandro Emiro Terán Bermúdez, obispo de Mérida, fue una celebración de fe, entrega y fidelidad.

Monseñor Terán, en su homilía, dirigió palabras que tocaron profundamente a los presentes: «Han sido llamados por Dios para llevar adelante un ministerio, un servicio específico al interno de la comunidad cristiana como lo es el diaconado. Ustedes reciben este don precioso que no depende de ustedes, sino del Señor». Su voz, serena y firme, recordó a todos que este llamado no es una meta final, sino el comienzo de un servicio aún más grande.

Vocaciones que nacen del corazón

Cada historia vocacional tiene su propio pulso. El P. Robert Newman nació, en Mérida, el P. Enmanuel Toro, en Valera y el P. José David en Maracaibo. Tres caminos distintos que se entrelazaron en una misma respuesta: servir. Así lo hizo notar Diego Alejandro Álvarez, uno de los amigos de Maracaibo que viajó para acompañar al P. José David Romero LC, de quien comentó: «El que era conocido como el chico de la banca de atrás, por su costumbre de sentarse de último en misa, fue llamado a servir en el corazón de ella: el altar».

«Fidelidad a Cristo es igual a felicidad del corazón»

Los tres nuevos diáconos recibieron el abrazo de sus hermanos, amigos y fieles, en un ambiente que desbordaba alegría y gratitud. «Fidelidad a Cristo es igual a felicidad del corazón», había dicho Monseñor Terán durante su homilía. Y esa frase pareció encarnarse en cada rostro al salir de la Catedral.

Este paso marca un avance en el camino hacia el sacerdocio, pero también es un recordatorio vivo de que con este sí, Robert, José David y Enmanuel no solo sellan su entrega personal, sino que renuavan la esperanza de toda una comunidad que cree en el poder transformador de la fe.

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