«Por un alma, toda mi alma». Cursillo de colaboradoras del Regnum Christi en Medellín.

Del 13 de julio al 3 de agosto, tuvo lugar en Medellín el cursillo de colaboradoras del Regnum Christi. Durante tres semanas, ocho jóvenes de México, Colombia, Brasil y El Salvador que iniciaron un año de servicio en distintas localidades de América Latina tuvieron la oportunidad de prepararse para su misión de entrega a la Iglesia por medio del carisma, obras y apostolados del Regnum Christi.

Bajo la guía de las Consagradas del Regnum Christi, la jóvenes recibieron formación humana, espiritual y apostólica, con temáticas como cultura eclesial, apologética, identidad y sanación. También compartieron un fin de semana de teología del cuerpo y participaron en una jornada con formadoras de la localidad de Medellín.

Historias que se convierten en misión

Más allá de las actividades, las participantes pudieron experimentar un ambiente de envío. Mariantonia Arango, de Armenia y destinada a Brasilia, comentó: «Quiero darle a Dios el lugar que merece en mi vida».

Cada colaboradora llega con una motivación única, pero todas comparten la certeza de que este año es una respuesta personal al llamado de Dios. Para María Daniela Valencia, proveniente de Guanajuato y destinada a Santiago de Chile, esta decisión nace de la gratitud: «Dios me ha dado tanto, que no existe una mejor forma de corresponderle que dando un año». Una motivación similar manifiesta Adriana Rosales, originaria de El Salvador: «Quiero compartir ese amor de Dios que yo alguna vez recibí, porque creo que cuando tú recibes ese amor no te puedes quedar con él». De igual manera, Mariam Andrea Damián, de Ciudad de México y también rumbo a Santiago de Chile, expresa: «En el momento que conoces a Jesús no te lo puedes quedar para ti sola».

Por su parte, Carolina Salazar, de Monterrey, concibe este año tiempo como colaboradora en Medellín como un espacio de búsqueda personal: «Quiero encontrar mi felicidad, llenarme de Dios y descubrir su amor». Karol Cortez, oriunda de León, Guanajuato y colaboradora en Bogotá, define su experiencia como una entrega significativa: «Es una respuesta de amor hacia Dios, porque por uV

El inicio de una aventura

Durante este año, estas jóvenes estarán sirviendo en ciudades como Medellín, Bogotá, Brasilia y Santiago de Chile. Van con el corazón lleno de sueños, ganas de servir y un sí que rompe fronteras. «Cuando Jesús te enamora, el corazón no se puede quedar quieto», comenta Victoria Silva, de Irapuato, destinada a Medellín. Y quizá la frase de María Isabel França, de Brasilia que entrega un año en Santiago de Chile, sintetiza lo que todas comparten: «Cristo me llamó a una experiencia de entrega total a Él».

Estas ocho jóvenes inician un año que no saben cómo terminará, pero sí cómo comienza: con un sí decidido que abre puertas y caminos. Un sí que las envía lejos de casa, pero más cerca de Dios y de los demás.

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